martes, 3 de agosto de 2010

Introducción a la Hipnosis


La imaginación desempeña en nuestras vidas una función mucho más importante de lo que nos podemos imaginar. La imaginación creadora no es algo que se halla solamente reservado a los poetas, los filósofos y los inventores. Ésta tiene que ver en cada uno de nuestros actos. La imaginación forja el "cuadro- meta" sobre el cual funciona nuestro mecanismo automático. Actuamos o fracasamos al actuar, no a causa de la "voluntad" como se cree comúnmente sino debido a la imaginación.
El ser humano actúa, siente y se desenvuelve siempre de acuerdo con lo que él imagina que es verdad acerca de sí mismo y del ambiente que le rodea. Ésta es una ley básica del pensamiento.
Cuando vemos esta ley mental gráficamente re- presentada por un sujeto sometido a un estado hipnótico, nos inclinamos a creer que hay en ello funcionando algo supranormal de carácter oculto. En realidad lo que presenciamos es el proceso de funcionamiento normal del cerebro humano y de su sistema nervioso.
Mucha gente se pregunta qué es la hipnosis y qué ocurre cuando una persona se encuentra en estado hipnótico, pero en realidad no hay ningún misterio. La hipnosis es un estado en el que se fija la concentración, algo que todos experimentamos todos los días.

Cuando estamos relajados y nuestra concentración es tan intensa que no nos distraen los ruidos exteriores ni otros estímulos, nos concentramos en estado de hipnosis ligera. Toda hipnosis es, en realidad, autohipnosis, por cuanto el paciente domina el proceso. Todos entramos en estados hipnóticos todos los días: cuando estamos absortos en un buen libro o una película, cuando conducimos el coche en el último tramo de regreso a casa y de repente llegamos sin saber cómo, hemos estado funcionando con el "piloto automático".

Uno de los objetivos de la hipnosis es tener acceso al inconsciente. Es decir, a la parte de nuestra mente que yace bajo la conciencia común, por debajo del constante bombardeo de pensamiento y, sensaciones, estímulos exteriores y todo aquello que absorbe nuestra atención. La mente inconsciente funciona en un plano más profundo que el plano de conciencia habitual. En el inconsciente los procesos mentales se producen sin que los percibamos de modo consciente. Cuando estos procesos subconscientes pasan súbitamente a nuestra conciencia. tenemos intuición, sabiduría y creatividad.

El inconsciente no está limitado por las fronteras impuestas de la lógica, el espacio y el tiempo. Puede recordarlo todo, cada instante. Él puede trasmitir so- luciones creativas a nuestros problemas. Puede trascender lo ordinario para alcanzar una sabiduría muy superior a nuestra capacidad cotidiana.
La hipnosis consigue que se tenga acceso a la sabiduría del inconsciente de un modo concentrado, con el fin de lograr la curación y el aprendizaje. Estamos bajo hipnosis cada vez que la relación normal entre el consciente y el inconsciente se reconfigura de tal modo que el inconsciente desempeña una función dominante. Existe un amplio espectro de técnicas hipnóticas que se idearon para aprovechar un amplio abanico de estados hipnótico s, desde el ligero hasta los planos profundos.
En cierto modo, la hipnosis es un continuo en el que captamos la mente consciente y la inconsciente en mayor o menor grado. La mayoría tiene un concepto equivocado de la hipnosis a causa de la manera en que la han tratado en la televisión, las películas y los espectáculos teatrales.





Estar hipnotizado no es estar dormido la mente consciente siempre sabe lo que uno experimenta mientras está hipnotizado. Pese al profundo contacto subconsciente, la mente puede comentar, criticar y censurar.
Siempre tenemos control sobre lo que decimos y hacemos. La hipnosis no es un "suero de la verdad".
No se entra en una máquina del tiempo para encontrarse súbitamente transportado a otro tiempo y lugar, sin noción del presente. Durante la hipnosis, algunas personas contemplan el pasado como si estuvieran mirando una película. Otras participan más vívidamente con reacciones más emotivas. Las hay quienes "sienten" las cosas más que "verlas". A veces predominan los sentidos del oído y el olfato. Después la persona recuerda todo lo experimentado durante la sesión de hipnosis.

Puede parecer que se requiere mucha habilidad para llegar a los niveles más profundos de la hipnosis. Sin embargo, todos los experimentamos con facilidad cotidianamente, cuando pasamos por ese estado intermedio entre la vigilia y el sueño conocido como "estado hipnagógico". Un ejemplo de estado hipnagógico lo experimentamos cuando, empezamos a despertar y aún recordamos vívidamente nuestros sueños, sin estar todavía despiertos por completo. Es el periodo anterior al momento en que los recuerdos y las preocupaciones cotidianas penetran en nuestra mente.
Como en la hipnosis, el estado hipnagógico es profundamente creativo; en este estado la mente está completamente volcada hacia el interior y puede tener acceso a la inspiración del inconsciente. Muchos consideran que el estado hipnagógico es un estado de "genialidad" sin límites ni fronteras. Cuando estamos en él podemos utilizar todos nuestros recursos, sin ninguna de las restricciones que nos autoimponemos.
Thomas Alva Edison valoraba tanto el estado hipnagógico, que desarrolló una técnica propia para mantenerlo mientras trabajaba en sus inventos. Sentado en determinada silla, Edison utilizaba técnicas de relajación y meditación para alcanzar el estado de con- ciencia que está entre el sueño y la vigilia. Sostenía algunos cojinetes en la mano cerrada, con la palma hacia abajo y apoyada en el brazo del sillón. Debajo de la mano había un cuenco metálico y el ruido lo despertaba. Repetía el procedimiento una y otra vez.
Este estado hipnagógico se parece mucho a la hipnosis y, en realidad, es más profundo que algunos ni- veles hipnóticos. Ayudando al alumno a alcanzar un plano más profundo de su mente, el maestro diestro en técnicas de hipnosis puede acelerar drásticamente el proceso de aprendizaje. y cuando las ideas y soluciones creativas van más allá de los problemas personales, pueden resultar beneficiados grandes sectores de la sociedad, así como todos nos hemos beneficiado del invento de Thomas Alva Edison: el foco eléctrico. El proceso puede conmover al mundo.
Escuchar una voz que actúe como guía ayuda a fijar la concentración y a que el alumno alcance un nivel de hipnosis y relajación más profundo. La hipnosis no ofrece peligro. Ninguna de las personas a las que se ha hipnotizado ha quedado enganchada al estado hipnótico. Se puede salir de él cuando se desee. Nadie ha violado nunca sus principios morales y éticos. Nadie ha actuado involuntariamente como una gallina o un pato. Nadie puede dominarte, a menos que la persona en tal estado así lo decida. Tú mantienes un absoluto control.
Durante la hipnosis la Durante la hipnosis, tu mente está siempre despierta y observando. Es por eso que a estar profundamente hipnotizados e inmersos activamente en una secuencia de recuerdos infantiles, podemos responder preguntas, hablar en el idioma que utilizamos habitualmente, conocer los sitios geográficos que vemos e

incluso saber en qué año nos encontramos, ya que suele aparecer ante la vista interior o presentarse en la mente sin más. La mente hipnotizada, que siempre retiene una noción y un conocimiento del presente, pone en contexto los recuerdos de la infancia. La mente está despierta, observando y haciendo comentarios. Siempre puede comparar los detalles y los hechos con los de su vida actual. Es el observador de la película, su crítico habitualmente, también la estrella. Mientras tanto, permanece en un estado hipnótico relajado.
Nosotros como profesores podemos hacer uso de nuestra propia imaginación y de la de nuestros alumnos para "crear" aquellos resultados que deseamos; ya que cuando estamos convencidos de que las manifestaciones que estamos imaginando son absolutamente ciertas, entonces podemos comenzar a comportamos de una manera distinta, porque pensamos y creemos de diferente modo.
Actuamos y sentimos en concordancia, no como son las cosas en realidad, sino de acuerdo con la imagen que de ellas nos hemos forjado. Tenemos ciertas imágenes mentales respecto de nosotros mismos, del mundo y de la gente que nos rodea, y nos comportamos como si estas imágenes constituyeran la verdad auténtica y la realidad, en grado mucho mayor que los objetos representados por las mismas. Podríamos decir que si las imágenes mentales e ideas concernientes a nosotros mismos se hallan deformadas o se muestran irreales, entonces nuestras reacciones res- pecto del ambiente serán igualmente inadecuadas.
El conocimiento de que nuestras acciones, sentimientos y conducta constituyen el resultado de nuestras autoimágenes y creencias, nos proporciona la palanca que la psicología ha necesitado siempre para poder efectuar las transformaciones necesarias de la personalidad. Ello, pues, abre una nueva puerta psicológica para obtener nuevas y mayores capacidades, éxito y felicidad.
Los cuadros mentales nos ofrecen una nueva oportunidad para "practicar" nuevas tendencias y actitudes, ya que el sistema nervioso no puede manifestar la diferencia que existe entre una experiencia real y otra vívidamente imaginada. La práctica mental ayuda a hacerlo todo más fácilmente y con la mayor perfección. Utilizar la imaginación

Debemos ver con claridad en nuestra mente aquello que queremos lograr, antes de llevarlo a ejecución en la realidad. Cuando la persona ve con claridad en su mente lo que se propone, el mecanismo del éxito de .características creadoras que hay dentro de cada uno toma la tarea y la ejecuta mucho mejor que lo que el propio individuo pudiera hacer mediante la simple fuerza de voluntad o el esfuerzo consciente.
En vez de esforzarse conscientemente en ejecutar la tarea propuesta con voluntad de hierro y sin cesar de preocuparse y representarse a sí mismo las cosas que parecen ir mal, el alumno y nosotros mismos podemos aligerar la tensión, representándonos el blanco al cual queremos dar, para dejar entonces al mecanismo creador del éxito que ejecute libremente la mencionada tarea propuesta, y de este modo la representación mental del resulta- do del fin que desea, obligándonos a perseguir el objetivo propuesto y esforzándonos a emplear el pensamiento positivo.
Podemos ayudar a nuestros alumnos a pasar el puente de los viejos esquemas de pensamientos hacia la excelencia. Diariamente podemos hacer que nuestros alumnos cierren los ojos, relajen su cuerpo y creen una película mental de la persona que les gustaría ser o de verse logrando aquello que pretenden. Yo misma he presenciado verdaderos milagros respecto de la transformación de la personalidad en el momento en que el alumno cambia su autoimagen.
Hay algo que me parece esencial recalcar y es que no importa el modo como adquirimos las ideas o la procedencia de las mismas. Tal vez por una mala calificación en matemáticas o en historia generamos la creencia de que somos incapaces de hacer operaciones matemáticas o recordar acontecimientos importantes; generamos entonces la creencia de que no podemos o que somos Incapaces, y aunque nunca hayamos sido formalmente hipnotizados, si hemos aceptado la " idea de nosotros mismos, de nuestros profesores, de los padres, de un anuncio o mediante cualquier otra fuente y estamos convencidos de que la idea es verdadera, ésta ejercerá la misma fuerza sobre cada uno de nosotros que las palabras del hipnotizador que ejerce sobre el sujeto hipnotizado.

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA HIPNOSIS
Sería difícil encontrar un tema con tanta controversia y tan mal comprendido como la hipnosis, el cual, a través de muchas vicisitudes, siempre ha despertado, en forma simultánea, mucho mas entusiasmo y prejuicio que cualquier otro campo de la medicina y de la psicología.
La curación en estado de trance es una de las artes más antiguas de la medicina. Incluso el hombre primitivo la practicó, él creía firmemente que el trance era de origen divino y las curas milagrosas eran de naturaleza religiosa.
Uno de los autores más conocidos que inició con estos trabajos fue sin duda Franz Mesmer. Él utilizaba un complicado aparato y su práctica revestía un ceremonial similar al empleado en los santuarios milagrosos. Se introducía a los pacientes en un salón en el cual todas las ventanas estaban cubiertas de gruesos cortinajes, de manera que prevaleciera la oscuridad. En el ambiente flotaba una melodía quejumbrosa procedente de un piano. En el centro del salón se encontraba una gran tina de encino, la famosa baquet de Mesmer, llena de una mezcla de agua, limaduras de hierro y vidrio pulverizado, que tenía una tapa con agujeros por los cuales salían unas varillas de hierro articuladas. Los pacientes, a los que se les imponía un silencio absoluto, aplicaban las varillas a la parte enferma y se tomaban de la mano. No existe ninguna duda de que Mesmer en realidad tuvo éxito en la curación de muchos que habían sido considerados como incurables y como es natural, su fama se extendió con rapidez.
Ninguna relación de la historia de la hipnosis, por breve que ésta sea, quedaría completa sin hacer mención de los trabajos del profesor Charcot, el neurólogo, y de sus colegas en el Hospital de la Salpetriere, en París. Él hizo lo máximo para idear pruebas científicas para la hipnosis, como resultado de las cuales obtuvo la conclusión de que la hipnosis era un fenómeno.
En 1880, el doctor Breuer, médico general vienés, introdujo una innovación importante en la terapia hipnótica, que extendió la aplicación de la hipnosis mucho más allá del alejamiento por sugestión de los síntomas. Accidentalmente descubrió que cuando uno de los pacientes era inducido a hablar con libertad, mostraba una profunda reacción emocional seguida por la desaparición de muchos de sus síntomas.
Cuando se llamó la atención de Freud sobre este caso, se unió a Breuer para investigarlo más a fondo y tuvo éxito en confirmar los resultados. La importancia de este descubrimiento se encuentra en el cambio de énfasis subsecuente en la hipnoterapia, de la eliminación directa de los síntomas a la eliminación de sus causas aparentes. En realidad, el hecho de que las experiencias traumáticas reprimidas puedan actuar como focos de dificultades emocionales, ha atraído cada vez más los recursos sepultados hacia las posibilidades del afloramiento hipnótico. Más tarde, Freud se desilusionó de la hipnosis ya que no pudo inducir un trance lo bastante profundo en muchos pacientes y posteriormente lo rechazó por completo a favor de su propio descubrimiento: el psicoanálisis.
No es fácil predecir el futuro de la hipnosis, ya que durante su larga historia se ha visto sujeta a muchas altas y bajas. Pero hay pocas dudas de que la hipnopedia ha ganado terreno lentamente. La historia de la hipnosis ha demostrado en forma concluyente que no es algo maravilloso, sino que, despojada de sus reivindicaciones exageradas, puede ser un valioso instrumento terapéutico y también de aprendizaje.
En PNL se trabaja con el método creado por Mil- ton Erickson, donde el terapeuta busca guiar la atención del cliente o paciente hacia hechos de su propia experiencia, en los cuales descubre cómo puede solucionar su problemática o lograr su objetivos, es decir, se busca una participación activa de él mismo.

Técnicas generales de hipnosis

En el proceso de enseñanza-aprendizaje es muy útil ya que permite mantener la atención del alumno evitando distractores de la mente consciente y permitiendo que los conocimientos pasen a la mente in- consciente y de esta manera poder hacer nuestras las teorías o modelos que estamos aprendiendo.
Antes de estudiar las diversas técnicas para inducir al estado hipnótico, es necesario conocer algo sobre la naturaleza de la hipnosis y de la parte re- presentada por la sugestión.
Sugestión: proceso mediante el cual un individuo acepta una proposición que se le hace, sin tener la más mínima razón lógica para hacerlo.
Sugestionabilidad: grado hasta el cual se inclina hacia la aceptación sin reservas de ideas y proposiciones.

Quizá pocos de nosotros nos demos cuenta de que pasamos todos los días de nuestra vida expuestos a sugestiones de varias clases. Los artículos editoriales en periódicos nos sugieren lo que debemos pensar sobre la política; las tiendas sugieren lo que debemos comprar: los anuncios, las revistas, carteles, pantallas y otros, aunque en ocasiones los efectos pueden ser retardados.
Es un error suponer que la sugestión sólo es probable que actúe sobre las personas de voluntad débil, o sobre las que sean demasiado susceptibles. Incluso el individuo de voluntad firme puede ser influido por sugestión si ésta se forma de tal manera que la persona no tenga idea de que está siendo influida. Por ejemplo, si deseo influir en un hombre que tenga opiniones muy fuertes y decididas, nunca trataría de convertirlo a mis opiniones intentando convencerlo de que las suyas están equivocadas. En el curso de la conversación no haría yo más que plantar una semilla de duda en su mente respecto de si las conclusiones que está teniendo son todo lo correctas que él cree. Esto ciertamente que no influiría en él por el momento, así, sólo dejaría caer el asunto y que lo que había dicho le penetrara.
Ahora, cualquier idea introducida en esa forma es probable que esté latente por algún tiempo, pero cuando al fin surta efecto, es probable que la persona adelante opiniones en completo acuerdo con las mías y creerá firmemente que se han originado en él. Mediante la sugestión indirecta de esta clase, no tendrá la más ligera sospecha de que yo tuve algo que ver con la modificación de sus opiniones.
La hipnosis es esencialmente un estado de la mente que por lo general es inducido en una persona por parte de otra. Es un estado mental en el cual las su- gestiones no sólo son aceptadas con más facilidad en el estado de vigilia, sino que actúan en forma más poderosa que la que sería posible en condiciones normales. En el estado hipnótico, la facultad de crítica está parcial o totalmente suprimida.

Mente inconsciente

La mente inconsciente es la parte de la mente que piensa, siente y actúa en e presente. Es la parte de la mente que estoy empleando para escribir esta página, y es la parte de la mente que usted está usando para leerla. La mente inconsciente es la mayor parte de nuestra mente y; por lo general, estamos por completo ignorantes de su existencia y uso. Es asiento de todos nuestros recuerdos, experiencias y de todo lo que hemos aprendido.
En este sentido, se parece a un gran archivo al cual podemos consultar para refrescar nuestra memoria siempre que tengamos necesidad de hacerlo. En estas circunstancias también puede desempeñar la mayoría de las funciones de la mente consciente, con una excepción de importancia, el poder de crítica:

l. El poder de crítica está restringido, en su mayor parte, a la mente consciente.
2. Sólo en virtud de esto es que la mente consciente posee la facultad de rechazar cualquier sugestión que se le pueda hacer.
3. Cuando las sugestiones rebasan la mente consciente, como sucede en la hipnosis, penetran en forma directa a la mente inconsciente que, como ejerce poco o ningún poder de crítica es por
completo incapaz de rechazarlas y el individuo actúa de acuerdo con ellas.
Por tanto, las sugestiones no sólo son aceptadas con más facilidad, sino que se realizan en el grado más pleno durante el estado hipnótico, puesto que se obtiene un acceso directo a la parte inconsciente de la mente. Ahora estamos en condiciones de definir ciertos aspectos adicionales aplicables al estado hipnótico.
La respuesta de la hipnosis dependerá del grado hasta el cual se suprima el poder de crítica y el poder de rechazo que normalmente son ejercidos por la mente consciente. La profundidad de la hipnosis en cualquier caso dado estará relacionada en proporción directa con el grado de supresión lograda. Una supresión ligera dará como resultado sólo una hipnosis ligera; una supresión total dará como resultado una hipnosis profunda o sonambulismo.
Mientras más se suprima la mente consciente, más aumentará la sugestionabilidad del individuo. Al tratar de inducir la hipnosis, el principal problema es quitar de enmedio la mente consciente para hacer uso del grado incrementado de sugestibilidad que seguirá en forma inevitable

Principios generales que fundamentan la inducción de la hipnosis

La principal indicación La principal indicación para la inducción exitosa de la hipnosis radica en fijar la atención. Podemos enunciar ciertas condiciones que son esenciales para la inducción exitosa del estado hipnótico:
Motivación.
Eliminación de dudas y temores.
Fijación de la atención.
Limitación del campo de la conciencia.
Relajamiento y limitación de los movimientos
voluntarios.
Monotonía.
Supresión de todas las ideas, excepto aquéllas sobre las cuales debe fijarse la atención.
Motivación. Por lo general es casi imposible hipnotizar a una persona contra su voluntad, pues para tener éxito, el sujeto debe estar dispuesto y sin te- mores a creer que posee su propia voluntad, no puede resistirse.
Eliminación de dudas y temores. Existe otro paso de vital importancia que nunca debe ser omitido. Se comprende muy bien que muchos pacientes sean tímidos, ansiosos o aprehensivos; por cierto, nunca entran en estado hipnótico hasta que sus temores se hayan disipado. Estos temores y ansiedades, que pueden ser obstáculos serios para la inducción en trance por lo general caen en dos categorías:
l. Temor al fracaso y mucha ansiedad por el éxito. Muchos de los pacientes que llegan para ser hipnotizados ya han intentado casi todos los demás métodos de tratamiento sin éxito. En consecuencia, están convencidos de que la hipnosis puede ofrecerles la última oportunidad de recuperación; las dudas y temores siempre se deben al concepto equivocado de parte del paciente respecto de lo que es probable.
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2. Temor al estado hipnótico en sí, a lo que suceda en estado hipnótico. De todas las etapas para inducir el estado hipnótico con éxito, la mayoría de los fracasos se deben a la falta de una preparación adecuada del sujeto y a la falta de una discusión apropiada antes de intentar la inducción.
Preparación de la mente del alumno. Existen ciertas dificultades que se presentan en ocasiones, cuales- quiera de las cuales puede interferir seriamente con el éxito en la inducción de la hipnosis:
Una equivocación total de lo que es posible que ocurra en el estado hipnótico. Principio por preguntarle lo que sabe o lo que ha oído sobre la hipnosis y lo que espera que suceda durante el estado hipnótico y después de éste.
Confusión del sueño hipnótico con el sueño normal. Le informo que no hay verdadera semejanza entre el sueño ordinario y el hipnótico. Aun cuando al principio de la inducción comenzará f a sentir los ojos cada vez más pesados y que se ;" le cerrarán en igual forma que cuando duerme, todo el tiempo que permanezcan cerrados, él permanecerá tan despierto y alerta como si los tu- viera abiertos.
La expectación de amnesia o continuación del trance. Informo al paciente que no debe esperar necesariamente olvidar todo lo que ha sucedido durante el trance una vez que esté totalmente despierto.
" Es de máxima importancia el hecho de que con certeza esperará sufrir una completa pérdida de memoria respecto de lo que haya ocurrido durante el estado de trance, y cuando se dé cuenta de que recuerda todo lo acontecido, estará cierto de que nunca fue en realidad hipnotizado.
La parte que desempeña la 'fuerza de voluntad" al inducir el trance. Explico al sujeto que si bien la fuerza de voluntad es de suma importancia en la inducción de la hipnosis, la verdad es que su propia fuerza de voluntad es la que desempeña una función importante, no la del hipnotizador.
El temor a ser dominado por el hipnotizador. Es necesario dar confianza al sujeto de que no necesita tener ningún temor de ser dominado por el hipnotizador y que nunca será obligado a hacer o decir algo a lo cual se oponga decididamente. Si uno fuera a tratar de obligarlo a hacer tal cosa, ello originaría un conflicto mental (debo, pero no puedo) que lo despertaría en forma espontánea, mostraría tal inquietud mental o tanta ansiedad que no quedaría otra alternativa sino despertarlo de inmediato.
Soy completamente honrado con él y le digo que si me permite inducir un estado de trance realmente profundo, no habrá duda de que se sentirá obligado a obedecer mis órdenes de manera implícita, pero sólo hasta donde él esté dispuesto a hacerlo y a someterse temporalmente a mi autoridad. Que no podré obligarlo a hacer algo a lo cual tenga objeción arraigada.
Profundidad del trance y susceptibilidad a la hipnosis.
Ahora está aceptado que en términos generales, 90% .. de la población puede ser inducida al estado hipnótico por cualquier hipnotizador individual, siempre que el sujeto esté dispuesto y no le tenga temor. Sin embargo, el hecho de que 10% probablemente no responda, no quiere decir que no sea hipnotizable. Alguna otra persona puede tener éxito con ellos, aun cuando a su vez encontrará otro 10% en el que no tendrá éxito. También es probable que no sea cierto que la mayo- ría de las personas son hipnotizadas por alguien en particular.
Distintas autoridades han descrito más de 25 etapas de trance hipnótico, pero para propósitos clínicos prácticos pueden muy bien reducirse a tres:
.Hipnosis ligera.
.Hipnosis de profundidad media.
.Hipnosis profunda o sonambulismo.
Tenemos entonces que 10% quizá no responda en absoluto, sin embargo, podría hacerlo en manos de otro hipnotizador; 90 % de los sujetos logra un trance ligero en el que se disminuye la ansiedad y el nervio- sismo; 70 % de los sujetos pueden tener un trance de profundidad media. En esta etapa se puede obtener más pasividad y relajamiento; 20 % de los sujetos podrá alcanzar un trance profundo. La piel, en especial la de la frente, parece ejercer una fuerte influencia soporífera e hipnótica. La mayoría de nosotros hemos experimentado este efecto.





Principios generales de la inducción del trance
El estado hipnótico se produce por la repetición constante de una serie de estímulos sensoriales monótonos y rítmicos, los cuales pueden ser visuales, auditivos o incluso táctiles.
Estímulos visuales. Como mirar un punto fijo, en especial si se mantienen los ojos en una posición un tanto tensa, produce pronto la fatiga de la retina, visión borrosa y sensación de cansancio en los ojos. Al mismo tiempo induce la concentración y se fija la atención.
Estímulos auditivos. Hablar al sujeto en forma monótona, rítmica y persuasiva también tiende a producir el mismo estado mental, en especial si se hacen sugestiones repetidas de relajamiento. La incorporación de ciertas palabras clave, tales como cansancio, pesadez, somnolencia y sueño, aceleran mucho el proceso. Algunos hipnotizadores incluso refuerzan esto, con música de fondo suave y monótona, con un compás muy acentuado. Después de todo, está bien reconocido el efecto que sobre los nativos tenían los golpes monótonos de los tambores, e incluso en la actualidad podemos observar lo fácil que es "enviado" el adolescente al ritmo de los bailes modernos.
Estímulos táctiles. Las caricias suaves sobre la cabeza son un sedante de somnolencia que suele pre- sentarse cuando nos están arreglando el cabello y nos aplican masaje en la peluquería. Como parte del proceso de inducción, esta técnica resulta muy útil en los niños, pero rara vez es necesario y quizá preferible evitarla en adultos.

Tipo de enfoque por adoptar
Básicamente existen dos formas que se pueden usar para la inducción de la hipnosis y la que se elija debe estar determinada en su mayor parte por la personalidad del paciente con quien se trate:

l. Pasividad mental con distracción. Esto implica alentar una actitud letárgica en el sujeto, con suspensión de la actividad mental organizada. Se le dice al sujeto que trate de no escuchar lo que dice el hipnotizador. Si puede hacer que la mente consciente del sujeto se concentre intensamente en una tarea mental sencilla que distraiga su atención del verdadero proceso de inducción, su mente inconsciente será mucho más accesible y; por lo general, entrará al estado hipnótico con mucha más rapidez y facilidad.
2. Participación activa con atención. Éste es el opuesto exacto del método anterior, por me- dio del cual se incita al sujeto a que escuche con mucha atención lo que se le dice y lo que está aconteciendo, sobre todo, en las sensaciones que experimenta durante el transcurso, de la inducción.
Cada uno de estos métodos tiene sus ventajas y al compararlos, debe tener en cuenta los hechos siguientes:

Es mucho más fácil concentramos sobre lo que está sucediendo que mantener la ente pasiva, a menos que se emplee el mismo tiempo en forma eficaz en un método de distracción.
Hay pocas dudas de que la pasividad combinada con la distracción no sólo es favorable para una inducción más rápida, sino que también tiende a facilitar la mayor profundización del i y trance, ya que la respuesta tiende a ser más inconsciente.

martes, 27 de julio de 2010

REGLAS DE LA MENTE




REGLAS DE LA MENTE
Cuando he leído el Poste de Sunsi, referente a los consejos de Virginia Satir para la LIbertad, he considerado interesante aportar en este Foro "Las reglas de la Mente" aceptados ampliamente por aquellos que se acercan a cualquier tipo de terapia o via de cambio que tenga que ver con nuestros procesos mentales. Estos principios conocidos la mayoría de ellos antes de este siglo y otros desde principios de éste, son los llamados:

LAS REGLAS DE LA MENTE, y son los siguientes:

1º Todo pensamiento o idea causa una reacción física.

Una idea de contenido emocional intenso tiene muchas probabilidades de alcanzar el inconsciente. Si éste acepta dicha idea puede continuar produciendo la misma reacción física una y otra vez creando un patrón de reacción que puede prolongarse indefinidamente. Los pensamientos pueden afectar a todas las funciones del cuerpo. Por ejemplo, la preocupación suele manifestarse en el estómgado (su derivación a la larga la úlcera). La ansiedad, el miedo y el estrés se manifiesta en los sistemas circulatorio y respiratorio (aumento de la frecuencia del ritmo cardiaco, incremendo de adrenalina en sanre, etc)

2º Lo que se espera tiende hacerse realidad.

Cuando el cerebro y el sistema nervioso en conjunto reciben imagenes mentales repetitivas, internas o externas, tienden a convertirlas en pautas fijas. El inconsciente con su mejor voluntad de aliado, utiliza todos los medios a su alcance para realizar el plan que tales ideas sugieren. "siempre sucede lo que más se teme" reza el dicho para los pesimistas. Las preocupaciones, ansiedad, o el catastrofismo nos predisponen a obtener resultados negativos. Por el contrario una experiencia mental positiva nos facilita no sólo el éxito, sino también la salud y el equilibrio interno. Los buenos pensamientos provocan en gran medida lo que llamamos suerte.

3º Al tratar con nuestra mente o la de otros, la imaginación es más poderosa que el conocimiento o la información.

La imaginación anula fácilmente la razón. Es por este motivo que el hombre es capaz de precipitarse hacia situaciones y actos irracionales. Nuestras supersticiones,prejuicios y creencias, asociadas a una fuerte emoción pueden cegarnos hasta el punto de hacernos "perder el juicio". Este tipo de tendencias, que podrían conducirnos desde la aventura idílica hasta el crimen pasional, son difíciles de erradicar mediante el empleo exclusivo del razonamiento.

4º La mente no puede mantener indefinidamente dos ideas opuestas o contradictorias sin generar un conflicto.

Esta regla se refiere especialmente a la mente consciente. La contradicción generada no tango a partir del "almacenamiento" de ambas ideas como de los comportamientos a que pueden dar lugar, crea una tensión ineludible y de efectos diversos sobre el sistema nervioso.
Un ejemplo lo tenenos en personas con convicciones éticas araigadas y que transgrede alguna de sus propias normas con la justificación de que "es perfectamente normal para muchos otros"

5º Una vez que cualquier idea ha sido aceptada por la mente inconsciente, permanece hasta que otra idea nueva la reemplaza.

Las ideas aceptadas por el inconsciente tienden a convertirse en formas habituales de pensar y en pautas de comportamiento.Si el inconsciente se ha servido de algo que, mal que bien, ha funcionado, y lo cataloga como de "utilidad" acaba fijándolo, y queda grabado a modo de programa mental o comportamental. De esta forma se general los hábitos, buenos y malos, y muchas de nuestras creencias. Por muy arraigadas que estén las ideas o por muy antigua que sea su permanencia, se pueden modificar y para ello es necesario que el propio inconsciente descubra las ventajas y mejoras que le supone una idea alternativa.

6º Un síntoma inducido emocionalmente, si persiste lo suficiente, tiende a generar cambios orgánicos.

Más del 60% de las enfermedades padecidas por el hombre tienen origen psicosomático. Nuestros órganos son susceptibles a las disfunciones, contradicciones o tensiones del sistema nervioso, que a su vez reacciona ante la presión de las ideas negativas que sostiene el inconsciente.
Somos un conjunto inseparable de mente y cuerpo, un sistema en busca de equilibrio. Nuestros temores continuos, nuestras obsesiones y nuestra forma de hablar del cuerpo, del dolor o de la enfermedad inciden en nuestra fisiología hasta el punto de ocasionar cambios orgánicos.

7º Cada cambio de idea llevado a la práctica disminuye la resistencia a sucesivos cambios.

El cambio es un fenómeno que también se aprende ( o al menos se aprende a dejar de temerlo). Cada vez que el inconsciente acepta cambiar un hábito o una creencia, da un paso más a favor de la flexibilidad, de tal forma que abre camino para nuevos cambios o sugerencias.

8º En lo concerniente a la mente inconsciente, a mayor esfuerzo consciente menor es la respuesta del inconsciente.

Hay muchas cosas ppara las que no sirve de nada la fuerza de voluntad , o mejor dicho, el esfuerzo. Vencer el insomnio, excitarse sexsualmente, relajarse. La relación con el inconsciente es algo que hay que tomarse con calma. Es deseable desarrollar expectativas mentales positivas ante los problemas, y una creciente confianza en el inconsciente. La intucición, el "dejarse fluir" o la inspiración dependen en gran medida de esa confianza.



Espero y deseo que sea ilustrativo para todos los miembros del foro.

Material extraído del libro: "Curso Practitioner en PNL" de Salvador A. Carrión López

Un anclaje consiste en




Un anclaje consiste en asociar un estímulo sensorial con un estado interno. El estímulo puede ser visual, auditivo o kinestésico. Generalmente se utilizan los anclajes para facilitar el acceso a recursos. Es posible, tambien, realizar un autoanclaje.

Para que un anclaje funcione es necesario estar asociado a la experiencia, disparar el anclaje en el momento de máxima sensación de la experiencia y el estímulo debe ser siempre en el mismo sitio y con la misma intensidad.

EJERCICIO DE AUTOANCLAJE:
A) Elige un estado interno o un recurso que te gustaría tener a tu disposición (confianza, concentración, relajación...)
B) Elige un estímulo como desencadenante: visual (una foto, una imagen), auditivo (una palabra o expresión), kinestésico (apretar un dedo con otro, apretar el puño), olfativo (un perfume), gustativo (un alimento, un sabor).
C) Busca en tu interior un recuerdo en el que hayas experimentado ese estado. Asociate a esa experiencia.
D) Cuando te encuentres asociado a esa experiencia dispara el anclaje (por ejemplo, apretar un dedo con la otra mano) durante unos segundos.
E) Sal de ese estado y repite lo anterior algunas veces más.
F) Chequea tu autoanclaje, dispara el anclaje y verifica si te viene automáticamente la sensación o el recurso que habías cargado en el anclaje.

APILAMIENTO DE ANCLAJES
Cuando queremos disparar más de una sensación o recurso al mismo tiempo, podemos hacer un apilamiento de anclajes. Para ello, símplemente vete acumulando en el mismo sitio distintos estados internos o recursos.
1) La persona A busca una situación conflictiva en su vida cotidiana. La persona B calibra sus reacciones fisiológicas.
2) La persona A busca en su interior tres recursos con los que podría superar ese conflicto.
3) La persona B pide a A que se meta dentro de sí misma, reviva el primero de esos recursos y, cuando lo este reviviendo le haga una señal. La persona B calibra la respuesta fisiológica.
4) Cuando A hace la señal, B dispara el anclaje en la zona convenida previamente durante 10-12 segundos.
5) B distrae a A para que salga del estado.
6) Se verifica que el primer anclaje funciona, disparando el ancla y viendo si hay respuesta fisiológica.
7) Se vuelven a repetir los pasos 3, 4 y 5 con el segundo recurso. No se verifica
8) Se vuelven a repetir los pasos 3, 4 y 5 con el tercer recurso. No se verifica.
9) B le pide a A que reviva la situación conflictiva y cuando está asociado con ella, se dispara el apilamiento de anclajes, mientras se observan los cambios psicofisiológicos.
10) Se hace un puente hacia el futuro, imagiándose una situación conflictiva en el futuro y disparando el apilamiento.

ENCADENAMIENTO DE ANCLAJES
Los anclajes se pueden escalonar y encadenar unos detras de otros
Pasos 1 a 6 igual que en el ejercicio anterior.
7) Se repite el paso 3 con un recurso diferente, pero anclándolo en un lugar también diferente. Se verifica.
8) se vuelve a cargar otro recurso en otro lugar diferente. Se verifica.
9) La persona A vuelve a revivir la situación conflictiva y se dispara el primer anclaje. A continuación, sin soltar el primer anclaje, se dispara el segundo. Poco a poco se suelta el primer anclaje. Despues se dispara el tercer anclaje y muy despacio se suelta el segundo.
10) Se repite varias veces el proceso.

COLAPSO DE ANCLAJES
El colapso de anclajes permite cortar anclajes negativos a nivel neurológico. El cerebro humano sólo puede acceder a una sensación en cada momento. Si le obligamos a acceder a dos, se crea un momento de confusión, pero el cerebro elige siempre la sensación positiva, cortando la conexión neurológica con la negativa.
A) La persona A recuerda una situación conflictiva. La persona B le crea un anclaje negativo en algún lugar convenido (una peca del brazo, por ejemplo). B calibra.
B) La persona A recuerda una situación de recursos. La persona B le crea otro anclaje en otro lugar convenido (en otra peca distinta, por ejemplo). B calibra.
C) La persona B dispara ambos anclajes a la vez, creando un estado de confusión en A. Poco a poco suelta el anclaje del conflicto y mantiene presionado durante unos segundos mas, hasta que cambie la fisiología, el anclaje de los recursos.
D) Se hace un puente hacia el futuro.